Noches que huelen a papel y cola. Camaradas unidos para arrojar mensajes de cambio sobre los muros de una ciudad dormida. Ilusión y esperanza. Risas, pasos decididos. Ecos y murmullos en calles desérticas. En las tinieblas, una vez más, la llama comienza a brillar.
Del "yo digo" al "yo hago" hay un largo camino.
¿Vas a recorrerlo?
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