26
de octubre, sábado. En Badajoz, un grupo de hombres y mujeres se
hace cada vez más grande. No han quedado para ver el fútbol.
Tampoco para ir de compras o de bares. No.
Como
una sombra, la escuadra sigue creciendo. Representantes de varias
generaciones se encuentran a los pies del Cerro de la Muela. Saludos
afectuosos. Emoción en el ambiente. Los últimos rayos de sol dejan
paso a la luz tenue de las estrellas. Pero de nuevo se hace la luz.
Encienden una veintena de antorchas. Enarbolan banderas de España
lisas, despojadas de la mancha borbónica que la ensucia. Sujetan
banderas del MSR, de la Juventud Patriota de Badajoz y de Liga Joven.
Estandartes con el rostro de Ramiro Ledesma Ramos. Y portan una
sencilla pancarta que resume sus anhelos: "No parar hasta
conquistar".
Esa
sentencia, consigna inmortal de Ramiro Ledesma, vuelve a resonar en
las calles de la capital pacense. Tras unos minutos de preparativos,
la manifestación se pone en marcha hacia el corazón de la ciudad,
hacia ese cerro poblado desde tiempos inmemoriales. Se abren paso en
solemne silencio por los muros de la Alcazaba. Allí, de noche, el
aire huele a batallas, leyendas y secretos.
La
marcha prosigue su camino con firmeza. Entrando en la arboleda, las
banderas empiezan a batir al viento. Varios vecinos se acercan a
preguntar. ¿Ha jugado España hoy? No. Nos mueve algo más noble que
un espectáculo de masas. Homenajeamos a uno de los hijos más
brillantes que ha dado nuestro pueblo. A un filósofo, a un escritor,
a un pensador. Recordad ese nombre vecinos; recordad a Ramiro, porque
su semilla hará florecer una nueva revolución.
El
compacto bloque rojo y negro llega a su destino: un enorme pedestal
de piedra desde el que los oradores darán sus discursos.
En
primer lugar se dirige a los presentes Daniel, militante del
colectivo nacional-revolucionario "Tercera Posición Sevilla".
Daniel recuerda el ejemplo imborrable de Ramiro y establece un
paralelismo entre las dos épocas históricas, apelando a los jóvenes
a mantener el compromiso y a responder a esa llamada lanzada por
Ledesma en su escrito "Discurso a las juventudes de España".
Tras
él toma la palabra Melisa, militante del MSR y de Liga Joven, que
lanza un discurso cargado de espiritualidad, poesía y epicidad.
"Entreguemos aquí y ahora nuestro ser a aquello que hace que la
voluntad nos lleve hasta el final, hasta el final de nuestro cuerpo
pero no de nuestro Espíritu. Espíritu eterno como Ramiro y eterno
como Europa. ¡Dejemos de ser hijos de la angustia y seamos lo que
somos, hijos del sol!" espeta.
A
continuación sube al estrado Alejandro, camarada con una amplia
trayectoria de lucha a sus espaldas y en la actualidad activista de
la asociación ANR. Alejandro prefirió centrarse, antes que en la
figura histórica, en la recuperación de ese espíritu guerrero que
Ramiro Ledesma encarnaba y que hoy parece que se ha perdido. Y puso
dos ejemplos extremeños que resumen el honor, la valentía y el
arrojo del que este pueblo puede hacer gala. Así, esbozó la vida de
un conquistador al que su origen humilde no impidió descubrir un
nuevo mundo y llevar la bandera victoriosa de España allende los
mares, y recordó la vida heroica de un vecino de Badajoz que
combatió en dos guerras y recorrió Europa para morir finalmente en
el campo de batalla luchando por sus ideas.
"Juremos
sobre esta tierra gloriosa que no vamos a permitir que su sangre se
derramase en vano, que vamos a recuperar ese espíritu de fe y
sacrificio para alcanzar la victoria", aseveró.
Tras
él se dirigió a los presentes Francisco, del MSR Badajoz, que
empezó leyendo una cita extraída del semanario La Conquista del
Estado. En el artículo, Ramiro carga contra las derechas por
antisociales y contra las izquierdas por antinacionales, proponiendo
una tercera vía alejada de ambos caminos, una idea que bajo la
bandera de lo nacional y lo social lleve al pueblo a la revolución.
Después de leer el fragmento, Francisco demostró cómo el panorama
político en España sigue siendo prácticamente el mismo, e hizo una
dura crítica a la derecha liberal por una parte (representada por
enemigos de España como Gallardón) y a la derecha postfranquista
(heredera de aquellos que traicionaron el legado de José Antonio y
de Ramiro). También alertó del peligro de los partidos que centran
su mensaje únicamente en la inmigración, pues son, en sus palabras,
"un nuevo disfraz de la derecha" y el pueblo español tiene
muchos más problemas; paro, corrupción política, pobreza,
privatización de servicios fundamentales, etc. "No hay que
atacar a las consecuencias del problema, sino a su origen: este
sistema enfermo, el capitalismo", explicó.
"Aquí
nos damos cita por cuarto año consecutivo un puñado de
libertadores, de patriotas, de revolucionarios. Ocupando nuestros
puestos de combate. Con la cabeza alta, desafiando con nuestra luz la
oscuridad reinante. Preparados para clavar la garra hispánica en el
corazón de la patria, resueltos a continuar peleando, con la firme
disposición de no parar hasta conquistar, hasta conquistar el futuro
de nuestro pueblo, hasta conquistar la libertad de España y de
Europa, hasta conquistar la justicia social. No parar hasta
conquistar... ¡la VICTORIA FINAL!", concluyó.
Acto
seguido se guarda un minuto de silencio por los camaradas caídos,
que como un ejército invisible nos da fuerzas para seguir
combatiendo por la victoria.
La
negrura de la noche es rota por una estela de fuego, por un cohete
que sube hasta las estrellas y explosiona llenando de luz la ciudad.
Un grito unánime, poderoso, arrollador, suena en la Alcazaba de
Badajoz. ¡Presentes!
“¡Europa,
nación, revolución! ¡No parar hasta conquistar! ¡Ésta es la
juventud de España!”
Más
de medio centenar de voces grita al unísono proclamas
revolucionarias.
Se
pone fin al homenaje. El año que viene nos volveremos a ver.
Recordamos que la primera vez, en el primer homenaje, éramos 18. La
segunda, 20. En el tercer acto rondábamos los 25. El sábado casi
llegamos a los 60. Y tenemos la extraña certeza de que el próximo
año seremos muchos más. Las ideas de Ramiro no han muerto; la
revolución es imparable.
¡No parar hasta conquistar!
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