sábado, 2 de junio de 2012

Rabia y ruido contra la traición de los políticos: cacerolada frente a BANKIA en Badajoz


No nos quieren escuchar, pero al menos tendrán que oirnos.

Ruido e indignación en la Plaza Minayo de Badajoz. Unas 50 personas frente a Caja Madrid, sede de Bankia en nuestra ciudad. Pocos, muy pocos si tenemos en cuenta la gravedad de la situación. Siempre hay excusas para no moverse. Para todos los gustos; que si hace calor, que si no tengo tiempo, que si va aquel tipo que me cae mal, o los de aquella asociación que tienen ideas diferentes a las mías...

Si buscamos "peros", los encontraremos. Pero quizás sea el momento de dejar de buscar "peros", porque los de arriba no los buscan. El bipartidismo, o tripartidismo, o tetrapartidismo (dejémoslo en dictadura de los partidos mayoritarios) nos demuestra que para los gobernantes no son tan insalvables las diferencias. Se insultan pero luego cenan juntos en lujosos restaurantes. Se critican pero roban de la mano. Se pelean verbalmente, pero votan unitariamente para subirse los sueldos. Y por supuesto, todos acarician, y no muerden, la mano que les da de comer: LA BANCA PRIVADA.

Mientras nosotros debatimos sobre el sexo de los ángeles, buscamos justificación a nuestra apatía -o cobardía- y nos quedamos en casa sentados en el sofá, ellos cierran hospitales, recortan en educación, privatizan empresas públicas y afianzan un sistema basado en la usura, ideal para las élites gobernantes y nefasto para el pueblo español.

Como decía uno de nuestros referentes ideológicos, Ramiro Ledesma, "cuando llegue el momento de enarbolas las diferencias radicales, nosotros lo haremos". Pero mientras tanto, en estos días de traición a los trabajadores, los nacional-revolucionarios debemos estar con los nuestros, con el pueblo, para señalar a los culpables. Por dos motivos: el primero y más importante, por COHERENCIA. El segundo, porque nuestras ideas son una ALTERNATIVA que debe conocerse. Internet se nos queda pequeño, aunque para algunos revolucionarios de pacotilla es suficiente.

Volviendo a la crónica de la cacerolada, hay que destacar la pluralidad entre los asistentes. Un grupo heterogéneo, con personas de todas las edades. Consignas contra la dictadura del capital, contra las ayudas a los culpables de la crisis, contra el sistema. Y mucho ruido. Un ruido ensordecedor. Objetivo cumplido. Al otro lado de la calle, un desproporcionado despliegue policial nos recordaba que seguimos gastando dinero público en defender la banca.

Nuestra pequeña comitiva, además de los útiles para hacer ruido, portaba dos carteles: uno que rezaba "La usura es el cáncer del mundo" y otro con el lema "La banca gana, tú siempre pierdes. Por una banca pública y su nacionalización"*

Una hora después del comienzo, el ruido de los silbatos y cacerolas dejó paso al monótono sonido de la ciudad. Pero los manifestantes lo tenían claro; "romper el silencio" sigue siendo un deber.

¡A la calle, que ya es hora!



* Adhesivo editado por el MSR hace más de dos años (antes de existir siquiera el movimiento 15-m) y que denunciaba la usura bancaria. Hay que reseñar que la NACIONALIZACIÓN que exigimos no tiene nada que ver con las pantomimas ejecutadas por el Gobierno, que emplean el término "nacionalizar" como un eufemismo. Nacionalizar es poner a los bancos al servicio del pueblo, como una herramienta de ayuda a los ciudadanos, sin intereses ni usura. Inyectar dinero a las entidades bancarias para mantener los beneficios de los directivos, y para seguir ROBANDO al pueblo español no es NACIONALIZAR la banca, sino AYUDAR a que este cáncer siga destruyendo nuestro país.

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