El destino es inexorable, y por ello hay que aprovechar cada momento de la vida; saborear, con dulzura y amargura, los instantes que ésta te brinda, para que cuando llegue esa hora, la hora de la despedida, podamos mirar hacia atrás y sentir ese orgullo, el orgullo de uno mismo, de todo lo vivido y conocido, del camino elegido, de tropezar y levantarse, de luchar por conseguir lo soñado, de amar y ser amado, de no dejar perder ese tiempo que se te ha otorgado. Tú puedes sentirlo Luis... estamos orgullosos de ti. Badajoz nunca te olvidará. SVM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario